Por la mente de todos, ha pasado
la idea de que cierto chico que conocemos, pueda ser homosexual. Dado que hay
casos soberanamente obvios, cariñosamente nombrados como “locas” veremos
algunos aspectos quizás más sutiles que puedan hacer sonar cierto radar que
cada vez se desarrolla más en nuestra sociedad.
Algunos de los lectores de estas
palabras, conocerán ya (o lo harán después) la película “You Should meet my son”
(Deberías conocer a mi hijo). En tal filme, la madre es el personaje principal,
e intenta buscar a un chico para que sea pareja de su treintón hijo, no sin
antes sorprenderse al descubrir su verdadera orientación sexual. El método que
utilizó para averiguarlo es de lo más hilarante: un test de revista. Junto a la
solterona de su hermana, utilizan una vieja revista, para realizar un test de
“Cómo saber si tu novio es gay”.
No nos remitiremos a detectar a
los novios solamente, queridas lectoras. Sino que revisemos juntos, queridas y
queridos lectores, si nuestros amigos, hermanos, tíos, compañeros de trabajo, y
cualquier otro personaje de nuestra vida puede ser, efectivamente, gay.
Nota: esta publicación, no es
una certera recopilación de tips, científicamente aprobados. Más bien es un
recorrido por ciertas cosas que uno detecta y que puedan ser irrisorios para el
lector.
De la ropa:
Quizás la ropa pueda ser uno de
los mejores indicadores. La usamos todos los días, y muestra en cierta forma
algo que hacemos a menudo: decidir. Decidimos qué comprar para usar; y cada
mañana vemos qué ropa y qué combinación de ésta usar. De seguro ropa de colores
demasiado vivos y que se inclinen en cualquier grado a la gama de rojos,
sandías y rosados, pueda ser de alerta. Pero más allá de lo obvio, lo que en
realidad puede hacer sonar al radar, es la preocupación excesiva por las
prendas más adecuadas en cuanto a color y diseño; y la preocupación por lucir
combinado. Encontramos como ejemplo, las sudaderas holgadas, las poleras
apretadas, y últimamente se han agregado las camisas de colores. Algo más: si
usa bolsos, colgando del mismo lado que el hombro que la sujeta, los radares
gay pueden sufrir sobrecarga. Yo mismo he descubierto ya dos casos, más tarde
confirmados, observando la sutil preocupación por este aspecto.
Del cabello:
Uy, el pelo. En realidad,
estamos en una era en que al hombre le importa no sólo llevar el pelo corto,
sino que con cierto estilo. Ahora. Algún indicio de cambio de color,
aclaramiento, reflejo y/o corte inspirado en alguna estrella pueden dar la
alarma.
De la música:
Bastante controvertido es este
tema, ya que cada quien protege sus gustos musicales, casi tanto como las
llaves de la casa. Pero no es de negar las distintas variedades de música,
presentes en el mp3 de un chico gay. Lady gaga, Madonna, Cher, Shakira, Thalía,
Katy Perry, Rihanna (y en realidad, cualquier artista que pueda ser
personificado por un transformista) y quizás podamos incluir a algunas no tan
obvias, pero sí con muchos fans rosados como Amy Winehouse y Adele. También
podamos hacer mención de algunos tipos de música oriental, como la música
coreana y la japonesa (viene a mi mente
el para-para jeje). Si el niño en cuestión escucha One Dirección, el radar sonará
de manera muy molesta. Pero si escucha la música de Glee, ¡Atención, la
sobrecarga del radar podría ser peligrosa!
De las series (y material
audiovisual):
Tomamos como ejemplo la serie
nombrada al final del apartado anterior. Aunque cueste admitirlo, la serie
Glee, no tiene ningún fan que sea chico y heterosexual al mismo tiempo, y que
además tenga agallas para admitir que ve la serie. Se da en este caso, la
presencia de la temática gay muy fuertemente, por lo que no es de extrañar que
los chicos gay vean en ella una parte reflejada de ellos, tanto en la trama que
involucra al personaje de Kurt, como en el gusto por los musicales. ¿Habrá más
series que hagan dudar? Algunos nombran a Grey’s Anatomy, quizás porque va
dirigida más a las mujeres. De cualquier forma, si ve America’s Next Top Model
(que en el ciclo 20 tendrá concursantes hombres) o gusta de las Princesas
Disney, ya es necesario comprar otro radar, por la sobrecarga ocasionada.
De la forma de hablar:
La forma de hablar es también
algo sutil. Puedes descubrir, que la letra S pueda estar muy exagerada (un
primer indicio), y al parecer la entonación se inclina más hacia los agudos
(mera impresión del escritor). Pero definitivamente, un hablar afeminado, y con
vocablos introducidos en el ambiente por cierto transformista de apellido Fox,
como “weona”, “pobre”, “prima”, “quedé negra” y un sinfín más, son ya, aspectos
tendientes a la confirmación.
De las negaciones:
Cualquier pregunta hecha hacia
el sospechoso sobre alguno de los aspectos antes mencionados, podría ser
respondida con una evasiva olímpica, quizás creando las historias más raras con
tal de no ser sacado del closet. “Se me cayó la tintura en la cabeza”, “la
Botota está de moda, todos la ven”, “Glee no es sólo para gays”, “ay, esta
crema se la llevo a mi mamá, no es para mí”, “hablo así, porque tengo puras
hermanas”.
De los amigos…y amigas:
Utilicemos matemáticas, sacando el
cuociente entre el número de amigas y amigos que posee el sospechoso. Si este
número es mayor a 1 “ring ring” el radar dará su alerta. Pero conocido por
todos nosotros, los del lado rosa de la fuerza, es que nuestras mejores
amistades son mujeres; y según lo que he oído en el último tiempo, para ellas,
también somos de las mejores amistades que ellas pueden llegar a tener. Existe
el concepto de “Fag Hag” o mariliendre, que en alguna otra publicación la
revisaremos.
Deben haber muchos más indicios
de que tu amigo es gay, pero cualquiera de ellos será revisado en publicaciones
posteriores.
Ahora viene la parte de la
moraleja, la parte en que la música ambiental, pasa de comedia a melosa. Todos
estos tips no son para que llegues a burlarte de tu amigo gay o encasillarlo.
Si llegas a encontrar algunas de estas manifestaciones, puede que al fin y al
cabo (después de tanto jaleo aquí escrito) aquella persona no sea gay. Pero si
en realidad lo es y no se ha animado a contarte es por algo. Lo que debes hacer
es querer a esa persona, tal y como lo has hecho, no presionarlo a contarte,
porque al final, nadie debe ser presionado a nada. Si se da la ocasión de
conversarlo con él, lo lógico es mostrarle tu apoyo, ya que lo más probable, es
que tú, que estás leyendo, ¡también lo seas! Jajajaja. Nos vemos.
VozLunar
VozLunar